lunes, 24 de mayo de 2010

Para leer al Pato Donald, Comunicación de masa y colonalismo

Ideas principales del libro de Armand Mattelard y Ariel Dorfman, una serie de ensayos desde una perspectiva marxista, publicado por primera vez en 1972:

Los autores hablan de cómo el mundo de Disney enmascara una ideología, una clase y una forma de vida en forma de unas historias que rozan lo propagandístico y utilizan el poder de la persuasión (en términos psicológicos más que sociológicos).

- Los medios de comunicación de masas como instrumento legitimador de la cultura y de las ideologías dominantes. Quienes poseen los medios de comunicación imponen el sentido de los mensajes que emiten y sirven de base para que las personas elaboren su manera de actuar y de observar la realidad.
Esto no solo implica una aceptación de prácticamente todo lo que los medios de comunicación difunden, sino que perpetúan las estructuras, las pautas culturales establecidas.

La tercera fase del análisis del efecto de los medios de comunicación, que comenzó en los años 70 y se mantuvo hasta la aparición de los primeros ordenadores, demuestra por qué, en términos generales, las películas de Disney han tenido un influjo tan grande: con la aparición del cine y posteriormente la televisión, los sociólogos apuntan el hecho de que las relaciones "face to face" se vieron modificadas por las relaciones mediadas, transgrediendo costumbres de diálogo y marcando las conversaciones con lo que los medios audiovisuales establecen. Y esto es especialmente preocupante en el caso de los niños, ya que la televisión y el cine ocupan un papel vicario de los propios educadores y da a los niños el sistema de creencias de los productos culturales que aparecen en los medios.


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- La idea burguesa del trabajo intelectual como no productivo se ve desmontada, ya que, según los autores, muestra un universo de connotaciones que desencadena y que se instala en un nivel superior de significación ocupando el lugar fundamental en la comprensión del mensaje. Esta idea, que aparece en el prólogo de Para leer al Pato Donald, incide en que todo está sujeto a la ideología, que nada escapa a ella ni a a la lucha de clases.

- Además, los autores explican cómo la cultura sirve de mecanismo de colonización "silenciosa" y eficaz, ya que ni es tan invasiva como los ejércitos ni tan controvertida como la económica, pero crea patrones culturales y exporta modos de vida. El imperialismo cultural afectó y afecta de manera especialmente notable a los países suramericanos, que han aprehendido muchos de los modelos socio-culturales estadounidenses.

"Sobre todo los de la primera época (los largometrajes de Disney) han desempeñado un papel crucial en el proceso de suplantación de la cultura popular por la cultura de masas, al contribuir de forma decisiva a banalizar, edulcorar y resemantizar (es decir, ideologizar) los grandes cuentos maravillosos tradicionales y los clásicos de la literatura infantil (...). FRABETTI, Carlo. "El cine como instrumento de colonización cultural: Disney, el western y el musical"

- Disney se autodefine como una factoría de productos inocentes y puros que ayudan a los niños a imaginar y a crecer en un mundo sin violencia y sin malos sentimientos, pero el bombardeo subliminal de representaciones sociales y culturales construye la mente de los niños que, además, no tienen una visión crítica ni una institución de refuerzo que les ayude a desmontar lo que les viene dado.




- Mattelard y Dorfman llaman la atención acerca de la debilidad de las relaciones emocionales entre los personajes de las historias de Disney, en las que los vínculos familiares son difusos, la figura de las madres inexistentes o poco relevantes, y las familias tradicionales que se muestran dentro de una clase dominante son la tónica en los sucesivos largometrajes. Las relaciones biológicas o emocionales se sustituyen por las económicas, particularmente por las capitalistas.
En este sentido, Para leer al Pato Donald habla de la configuración de los personajes no en base a sus relaciones sociales, sino a procesos psicológicos, conductas abstractas que se interrelacionan y no funciones concretas de un ordenamiento social.
Y esto es especialmente relevante en cuanto los principales consumidores de los productos de Disney son los niños.

- Los niños, en las películas de Disney, se representan como adultos, con roles de adulto y pensamientos, deseos y actitudes de adultos, por lo que la asimilación de los comportamientos y los caracteres resulta mucho más fácil al público infantil en cuanto los ve como iguales (lo cual recuerda a "El señor de las moscas", de William Golding, a las posibles consecuencias de no instruir a los niños en unos valores sólo a imagen y semejanza de los adultos).



Disney es un producto global, de masas, asociado al capitalismo. El mérito de los autores fue adelantarse al concepto de globalización pese a que no todas las tesis que proponen tendrían respaldo hoy día porque se aprecia una cierta "evolución" de las producciones de Disney tras un inmovilismo de 40 años. Citando a Toqueville, se comprueba la "tendencia de la gente a aceptar lo que es público, lo que está publicado, en lugar de pensar", por lo que los productos culturales, sobre todo el cine y la televisión, que son de asimilación pasiva atrofian la actividad crítica y reflexiva.



En resumen: en la producción Disney se muestran valores como la exaltación del capitalismo (todo es perfecto, no hay problemas), occidentalización (los valores occidentales son los correctos), falsa moral (el fin último es la familia y el trabajo ha de ser perfecto), sexista, potenciación de la propiedad privada incluso a nivel de sentimientos, resignación social, maniqueísmo de las relaciones sociales presentando grupos claramente dicotómicos “los buenos” y “los malos”, inmovilidad del estatus social, sometimiento jerárquico, sentimentalismo fácil, y manipulación psicológica y antropológica. A su vez el papel de la mujer es mínimo. Ésta aparece de un modo muy tradicional, en el cual siempre busca a su príncipe que la salva y trabaja en casa para cuidar de los niños, no muestra casi inteligencia.



Aparte del libro de Dorfman y Mattelard, son interesantes las obras:
GREENFIELD, P.M (1985): "El niño y los medios de comunicación".
HODGE, B; TRIPP, D. (1988): "Los niños y la televisión".
MATTELARD, Armand y Michèle: "Los medios de Comunicación en tiempos de crisis".
CABERO ALMENARA, Julio: "Educación en Valores y Cine".

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“¡Todo es cultura! Uno de los méritos de los Cultural Studies consistió en recordar el peso de dicha dimensión en los años sesenta, periodo durante el cual el “todo es política” servía de guía rudimentaria para orientarse en las ideologías del cambio social (...) Los actores que se interesan ahora por las dimensiones culturales son tan distintos que el aspecto de resistencia frente a un orden social determinado ha sido relegado a un nivel subalterno. Se impuso, poco a poco, una noción de cultura instrumental y funcional, ante la necesidad de regulación social del nuevo orden mundial, bajo el peso de los nuevos imperativos de gestión simbólica de los ciudadanos y consumidores por los Estados y las grandes unidades económicas. Esta permanente interpretación entre significados hace que sea profundamente ambiguo cualquier enfoque de la o las culturas. (...) Su radicalismo de principio (el de los Cultural Studies) –que, a veces, coquetea con un radicalismo elegante- no impide su utilización por publicitarios, empresarios o administraciones en busca de herramientas de dominación social que les sirvan para la conquista de nuevos mercados y públicos o la puesta en práctica eficaz de políticas públicas y mecanismos de control social.
Merece la pena tomarse en serio la imagen del cultural turn propuesta por CHANEY, ya que se trata de algo más que una propuesta de moda efímera. Implica que las ciencias sociales en una confrontación con la cultura que les concierne a todas, reivindican como asunto principal su dimensión crítica, no se limitan a pujar en subasta sobre sus objetos y los discursos en boga, sino que contribuyen efectivamente a poner a disposición de los agente sociales, comenzando por los que están en desventaja en las relaciones de fuerza, herramientas para entender el mundo social, e incluso herramientas para cambiarlo, en vez de utilizarlo como objeto de glosas. Para luchar contra el peligro del cultural engineering, se necesitan un remozamiento de la reflexión crítica y nuevas articulaciones disciplinarias, con el fin de volver al momento crítico, a la capacidad abrasiva, incluso si semejante “giro” no garantiza las candilejas de las teorías in.

'Con la búsqueda de conexiones con la ciencia política y con la sociología de la educación y de la familia se podrían abrir perspectivas renovadas, ampliadas hasta tomar en cuenta los procesos de poder y hacia una reflexión sobre las modalidades contemporáneas de socialización, en unas condiciones de crisis de la institución escolar y de recomposición de las estructuras familiares'. GREGORY, Derek. Geographical Imaginations, Londres, Blackwell, 1993"
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MATTELARD, Armand y NEVEU, Erik: "Historias de los Cultural Studies".

Los entresijos de los largometrajes de Disney

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¿Quién era Walt Disney?
Biografía e historia de The Walt Disney Company

Walt Disney nació en Chicago en 1901 en una familia de inmigrantes irlandeses, según la versión oficial, aunque existe la leyenda de que pudiera haber nacido en Almería y haber llegado a Estados Unidos cuando su madre decidió emigrar.

Desde muy joven, junto con su hermano Roy, Walt Disney estuvo interesado por la animación, compaginando la creación de personajes y franquicias que no tuvieron mucho éxito. En 1928, sin embargo, se estrena el primer corto mudo de Mickey Mouse, icono de la empresa. Desde entonces, la compañía creció hasta lograr una facturación anual de más de 30.000 millones de dólares y convertirse en uno de los principales referentes de la cultura e identidad estadounidense.




Disney, conglomerado empresarial
Organigrama The Walt Disney Company

La compañía Disney está valorada en más de 90.000 millones de dólares y sólo en el año 2006, tras la compra de los estudios Pixar de animación, anunciaba unas ganancias netas de 698 millones de dólares. Su presidente ejecutivo es Robert Iger, sucesor de Michael Eisner, quien detentó este cargo durante 21 años.

Esta gran corporación incluye empresas que van desde la televisión y la radio (Disney Channel -también en la TDT española-, Toon Disney, ESPN, ABC Television Network, Buena Vista Television, Radio Disney, ABC Radio, ESPN Radio), la producción y la distribución audiovisual (Walt Disney Pictures, Miramax Films, Touchstone Pictures, Buena Vista Home Entertainment, PIXAR), compañías de música, editoriales, parques temáticos y de atracciones, servicios de internet, tiendas Disney, juguetes y juegos, producciones multimedia, líneas de cruceros de lujo y programas de vacaciones, un equipo de hockey, centros deportivos y una ciudad en Florida llamada Celebration con un estricto proceso de admisión y selección en el que solo se permiten familias tradicionales, de raza blanca y de clase media alta.

Las producciones Disney, ya varios años antes pero especialmente a partir de los años 70 y tras la muerte de Walt Disney, comienzan a reflejar ideales cada vez más conservadores y se comienza a construir una nueva imagen de inocencia y diversión más dirigida al público infantil aunque sin olvidar al adulto. Las películas Disney con sus personajas dulcificados nos cuentan historias de buenos y malos, de lo moralmente correcto y de lo inapropiado, transmitiendo unos valores acordes con visiones del mundo claramente conservadoras.

Una aproximación a los estándares de las películas Disney

Los valores en las producciones Disney
La imagen de inocencia y defensa de la moral que nos vende Disney dificulta un análisis crítico, pero podemos encontrar en estas historias "estereotipos que refuerzan valores sexistas, racistas y clasistas. Los estereotipos sirven para simplificar el mundo, facilitar la comunicación y clasificar a la gente" (DIGÓN, Patricia: "El caduco mundo de Disney: propuesta de análisis crítico en la escuela").

Los productos Disney buscan no sólo entretener sino también educar en determinados valores, determinadas formas de ver el mundo y de entender la historia. La cultura Disney define a los ciudadanos principalmente como consumidores y espectadores que asumen valores conservadores y no cuestionan el orden social.

Todas terminan bien, con una boda (Blancanieves, La Cenicienta, La Bella Durmiente, La Sirenita, La Bella y la Bestia, Aladdin). Menos en la última, son las mujeres las protagonistas de la historia y no alcanzan su fin hasta encontrar, como veremos más tarde en la construcción de los imaginarios, al príncipe. En otras películas, el final feliz lo pone el reencuentro con la familia (Bambi, Dumbo), y en otras, la consecución de un destino (Merlín, El Rey León, Toy Story).
Es paradójico ver cómo en las historias de Disney, al contrario que en los cuentos tradicionales como posteriormente indicaremos, los finales no implican ninguna atrocidad para con los personajes malvados. La única película con final "no feliz" es Pocahontas.

Lo primero que llama la atención es la ausencia de familias completas. En la mayoría de ellas, el padre de uno de los protagonistas o bien los padres adoptivos y maestros son los referentes de los protagonistas de las películas. Como dicen Dorfman y Mattelard, esto puede deberse al que la eliminación de uno de los progenitores (que por lo general es la madre) propicia rechazar la imagen de una infancia sexualizada y por otro lado, la ausencia de relaciones de amor entre los miembros de una familia indica que todos están solos.
Es especialmente llamativo, no obstante, como la familia tradicional se perpetúa en aquellas películas donde sí aparece una familia formalmente configurada. Por ejemplo en El Rey León, La Dama y el Vagabundo o 101 Dálmatas.
"Las relaciones paternofiliales y conyugales brillan por su ausencia, y además aparecen las "eternas novias" en el caso de los personajes de Mickey y el Pato Donald, con las que mantienen relaciones un tanto ambiguas. ¿Impugnación de la familia convencional? Todo lo contrario: el matrimonio y la familia nuclear son la meta suprema, la culminación de toda aventura, y por tanto no pueden formar parte de la aventura misma; podríamos hablar, en este caso y en otros similares, de mitificación por omisión" (FRABETTI, Carlo. "El cine como instrumento de colonización cultural: Disney, el western y el musical").

En cuanto a los temas relacionados con la raza y la clase social, las películas Disney suelen identificar al malvado, al bárbaro o al menos capaz con personajes de otras razas o clases, como en Aladdin, en la que Jafar es un estereotipo de hombre árabe mientras que, como en las Barby, los personajes principales tienen rasgos occidentales. Además, al comienzo de la película, la canción "Noches de Arabia" dice:


(...) Si a Arabia tu vas no debes olvidar, que allí hay otra ley que debes cumplir si quieres vivir. (Versión España)


(...) y si allí les caes mal, te van a mutilar, ¡qué barbarie! pero es mi hogar. (Versión Hispanoamérica)

Además, en sus versiones originales en inglés y algunas en castellano, los personajes más débiles tienen acentos que denotan una clase social o racial "inferior", como el vendedor ambulante en Aladdin, las hienas y Scar en El Rey León, el cangrejo Sebastián en La Sirenita, o Hades en Hércules. Los acentos, marcadamente latinos o afroamericanos para los personajes malvados o secundarios se contraponen con el británico o el castellano normativo para los personajes principales.

Por otra parte, y sin entrar a cuestionar el papel de la mujer y el imaginario recreado por Disney, sí es conveniente resaltar que en las sucesivas películas el héroe es el hombre o el macho, por muy débiles o limitados que parecieran en su conformación inicial, ya que superan todos los obstáculos para lograr un final feliz.

Por último es muy relevante el papel que juegan en los distintos argumentos de las películas Disney la riqueza, la propiedad privada, el trabajo y los regímenes de gobierno, como queda patente en Para leer al Pato Donald y en películas como La Bella y la Bestia, Pocahontas, Aladdin, La Cenicienta o La Sirenita.

El Rey León, y Pocahontas

EL REY LEÓN

En El Rey León, además de los estereotipos de género, raza y clase social también es interesante analizar cómo se representa el orden social. Se presenta una sociedad claramente jerarquizada y se muestra esta jerarquización como el orden natural de las cosas ya que la película está ambientada en el mundo animal pero los animales están humanizados. Además, este orden social se ve como cíclico y, por tanto, imposible de cambiar. El sistema se jerarquiza en base al lugar que ocupan los animales en la cadena alimenticia, lo que refleja que el sistema económico es el determinante y el sistema político se encuentra subordinado a éste.

Haciendo referencia al trabajo realizado por LEIVA, Encarna y GONZÁLEZ, J.Luis en "Análisis de 'El Rey León'. La 'Disneylandización' social", pueden establecerse dos enfoques: el psicológico, del que se desprende un paralelismo entre la historia vital de Simba y la relación de un niño con sus progenitores desde el periodo "edípico" hasta terminar en la edad adulta tras haber superado los pertinentes conflictos.
Desde la aproximación psicológica podemos ver cómo la historia va dirigida, sobre todo, a los niños varones, que construyen su identidad del "yo" con el padre como referente y con la presencia de una figura negativa que personifica todos los valores negativos encarnados en Scar.

Desde el punto de vista antropológico, encontramos que se reproducen actitudes, valores y esquemas sociales muy tradicionales. Culturalmente, esta película es un producto genuino de la cultura central estadounidense, es decir, del grupo dominante.
La estructura de familia de El Rey León, con un padre, una madre y un hijo es la ejemplificación del modelo familiar de la cultura occidental, en el que no hay cabida para grupos familiares extensivos o figuras diferenciadas de las descritas.
En el aspecto religioso se observan claramente rasgos judeocristianos en el bautizo de Simba o en las señales en la frente y el baño de tierra o agua del nuevo miembro.
En cuanto a los estereotipos masculino y femenino, el hombre es poseedor del saber, del poder y de la fuerza y se ocupa del trabajo exterior, de los temas sociales y políticos, y es quien transmite el saber y el poder siempre a otro hombre. La mujer es débil, se ocupa del ámbito doméstico, no tiene representación social alguna y sólo es válida en cuanto que es transmisora biológica de vida.
Se da la paradoja de que, además, en los leones, las hembras son las líderes del grupo en cuanto a que son los miembros que proveen de alimentos a la manada, un aspecto que queda modificado en la película.
Los jóvenes son fuertes pero inocentes y han de aprender para llegar a la sabiduría de los mayores que, por otro lado, nunca se equivocan.

Un rasgo curioso de la película es la figura del rey, del líder, como figura hereditaria. Cuando el puesto queda vacante se produce un vacío de poder que desemboca en el caos, no solo social sino del entorno, que vuelve a recobrar el sentido cuando se entroniza al nuevo líder. No aparece ningún signo de democracia ni de participación, ni mucho menos se vislumbra la posibilidad de un ascenso social de las clases, en este caso de las especies que no están seleccionadas para el poder.

El villano en la historia, Scar, posee rasgos femeninos, se rodea de personajes intelectualmente retrasados y vive en la inmundicia. Mientras el héroe no aparece para salvar a la sociedad, como indicábamos, esta se sume en el más profundo caos.

POCAHONTAS Y LAS LOCURAS DEL EMPERADOR

Disney vs Cuentos Populares

Los largometrajes de dibujos animados de la factoría Disney, sobre todo los de la primera época (Blancanieves, Bambi, Cenicienta, Pinocho, Peter Pan, La Bella Durmiente, etc.), han desempeñado un papel crucial en el proceso de suplantación de la cultura popular por la cultura de masas, al contribuir de forma decisiva a banalizar, edulcorar y resemantizar (es decir, ideologizar) los grandes cuentos maravillosos tradicionales y los clásicos de la literatura infantil. A primera vista, podría parecer que su carga ideológica no es muy intensa; pero no hay que olvidar que las películas de Disney van dirigidas (aunque no solo a ellos) a los niños, es decir, a un público indefenso ante los poderosos estímulos audiovisuales de estos excelentes (desde el punto de vista técnico) productos. Teniendo en cuenta, además, el extraordinario éxito de los grandes "clásicos" disneyanos, su amplísima difusión tanto en el espacio como en el tiempo, sería un grave error infravalorar la potencia doctrinaria de sus mensajes, que han grabado en las mentes de varias generaciones de niños unos patrones de belleza y bondad (y de fealdad-maldad) cuya trascendencia aún no ha sido debidamente estudiada.

La estructura narrativa de las películas de Disney está elaborada desde la perspectiva de los cuentos tradicionales (maravillosos y de animales). Algunos de ellos, escritos durante los últimos tres siglos han sido descargados de elementos macabros y de finales un tanto sádicos que en la época eran considerados la parte fundamental de la fábula y la metáfora: La Bella y la Bestia, de Madame Le Prince de Beaumont (1711-1780); La Cenicienta, de los hermanos Grimm, quienes adaptaron algunos cuentos tomados de Charles Perrault (La Bella Durmiente del Bosque, La Cenicienta, Caperucita Roja, El Gato con Botas, Barba Azul, Pulgarcito...), y contribuyeron decisivamente a la noción moderna del cuento popular; el danés Hans Christian Andersen (1805-1872)...



Estos cuentos, como explica ALMACELLAS, Mª Ángeles en "Los Cuentos de Charles Perrault y su Carácter Formativo" tenían como función educar y formar a la infancia en un momento en el que la transmisión escrita estaba aún en desarrollo y la mayor parte del folklore y las historias tradicionales se transmitían de forma oral. Las historias, en las que los personajes pasaban siempre por dificultades y situaciones problemáticas, hacían florecer la iniciativa, los buenos sentimientos y el coraje de los protagonistas, que siempre salían victoriosos y que condenaban a los personajes malvados a un padecimiento un tanto grotesco.

La utilización por parte de Disney de estas historias las ha dotado de una carga ideológica que minimiza las consecuencias, reduce la experiencia vital del protagonista para adecuarlo a los estándares culturales que desean mostrar y sobre todo, conforma un sistema de creencias que legitima un etnocentrismo que contribuye a minimizar la diversidad cultural.

El imaginario de la mujer en las películas de Disney

El sexismo en las películas de la factoría Disney:




El tratamiento de los personajes femeninos en las películas de Disney es bastante negativo. Además de no tener demasiado peso en las tramas cuando se refieren a la familia y a la configuración de las personajes muchas veces como "malvadas", los imaginarios sociales que propone Disney tratan tópicos como el tema de la curiosidad femenina. La Bestia, le había dicho a Bella que podía verlo todo menos el ala oeste del castillo y ella, a la primera oportunidad, se acerca preguntando: "¿Qué será lo que esconde ahí?". No sólo eso sino que, cuando le van a enseñar la biblioteca (leer era su pasión preferida), la curiosidad puede más y se va a ver que es lo que esconde la Bestia en esa sala misteriosa. Evidentemente, cuando la Bestia la descubre, no le pasa nada, más aún, ella pasa de ser víctima a perseguida escapándose del castillo.
Tanto en Blancanieves, como en La Bella durmiente, como en La Cenicienta, la mujer es salvada. En este tipo de películas el príncipe no tiene más protagonismo que el de rescatar a la que será la princesa, pero no tiene ningún tipo de diálogo ni se nos muestra su aventura vital hasta llegar a conseguir su misión.

De las más de 25 películas de la lista la mujer sólo aparece como protagonista o protagonista en 10 de ellas (sin contar las de animales) y sus papeles normalmente giran en torno al hombre: Blancanieves, La Cenicienta, Alicia en el país de las maravillas, Peter Pan, La Bella Durmiente, Mary Poppins, La Sirenita, La Bella y la Bestia, Aladdin, Pocahontas.
Curiosamente, es en Pocahontas donde la protagonista femenina no se casa con el pretendiente. ¿Por qué? Si una sirena puede casarse con un príncipe, si una aldeana puede hacerlo con una bestia, si una chica pobre como La Cenicienta puede hacerlo con un príncipe, ¿por qué no puede Pocahontas, la hija del jefe del poblado, casarse con un aventurero? ¿Quizás sea porque son de razas distintas? Esta pregunta tiene una difícil respuesta en una sociedad supuestamente multicultural.

Cabría decir entonces que a través de los imaginarios de la mujer propuestos por Disney asistimos a un proceso de aniquilación simbólica que se da cuando los roles de las mujeres son escasos y cuando sus acciones aparecen estereotipadas en función de lo que una determinada mentalidad espera de ellas.

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La mujer es sumisa y obediente, se guía por sus emociones, se orienta al amor y al matrimonio, es la que cuida de la familia y de la casa y en muchas ocasiones se presenta o en el rol de la mujer "malvada" o en el de la niña "inocente". Giroux (2001: 106-111) pone como ejemplos películas como El Rey León, donde las leonas tienen un papel dependiente, sumiso y subordinado al control de los leones siendo incapaces de rebelarse; Aladdin, donde el papel de Jasmine se reduce a ser el objeto de deseo de Aladdin y su vida es definida por los hombres y donde Yafar, refiriéndose a ella, le dice: "Veo que os habéis quedado sin habla: una cualidad muy apreciada en la mujer". Por su parte en La Bella y la Bestia se dicen cosas como esta: "El pueblo entero lo comenta: no está bien que una mujer empiece a tener ideas y a pensar"; o La Sirenita, en esta película aunque parece mostrarse a la mujer en un papel más rebelde e independiente, esta rebeldía queda finalmente reducida a lograr e amor de un hombre, siendo capaz de dar su voz para conseguirlo ya que, tal y como le dice en la canción la malvada pulpo Úrsula, los hombres prefieren las mujeres calladas: "Los hombres no te buscan si les hablas. No creo que les quieras aburrir. Allí arriba, es preferible que las damas no conversen, a no ser que no te quieras divertir. Verás que no logras nada conversando, a menos que los pienses ahuyentar. Admirada tu serás, si callada siempre estás. Sujeta bien tu lengua y triunfarás."



En el cuento maravilloso el mito de la feminidad se desarrolla en tres roles fundamentales: princesas versus madres, versus madrastras... El papel de la mujer simboliza a lo puro y bello que hay en nuestra adolescencia, la princesa, a ella se sigue la reina, cuya función es engendrar, una vez hecho esto, muere y aparece la malvada madrastra. Por ello, la mayoría de mujeres que aparecen en los cuentos son y desempeñan el único papel de madres, sin profesión ni meta conocida, todo lo contrario de los padres. En las únicas ocasiones que logra escapar de ser una madre, es para convertirse en princesa (idealización de la belleza y del culto al cuerpo), reina (progenitora), algún tipo de personaje malvado (tales como brujas y madrastras) o bien otro personaje secundario (como hadas), porque la mujer nunca, o casi nunca aparece en el rol de protagonista activo, es decir, aunque en la Bella Durmiente, la protagonista en teoría es una mujer, esta se pasa durmiendo todo el cuento, etc.

El tema del género se complica más en La Bella y la Bestia. Bella, la heroína de la película, es representada como una mujer independiente trasladada a un pueblo francés del siglo XVIII. Considerada extraña porque siempre tiene su nariz metida en un libro, es perseguida por Gastón, el último y típico hombre vanidoso del Hollywood de los 80. Bella lo rechaza, pero al final ella se enamora de la Bestia, quien la tiene cautiva con la esperanza de que se enamore de él y rompa con el embrujo. Bella no solamente se enamora, también lo "civiliza" enseñándole cómo comer adecuadamente, a controlar su temperamento y a bailar.”



--ANÁLISIS CATEGORIZADO DE LOS PERSONAJES DE LA BELLA Y LA BESTIA--

NÚMERO DE PERSONAJES
Aproximadamente 26 personajes, de los cuales 8 son femeninos y 18 masculinos.

DESCRIPCIÓN EXPLÍCITA DE LOS PERSONAJES FEMENINOS.
*Bella es guapa, soñadora, trabajadora, curiosa, débil, valiente, lectora asidua de novelas fantásticas y de dulce voz.
*Chicas del pueblo son exuberantes, guapas, coquetas, tontas o poco inteligentes y buscan a toda costa un marido.
*Mujeres(del pueblo)son gorditas, con delantal y cesta, no hablan mucho y la mayoría solo sale comprando.
*Mujer convertida en armario siempre sale sonriente, con la voz muy dulce y es tímida.
*Señora Pott es una buena madre, buena persona, trabajadora, perfeccionista, gordita(como todas las mujeres de cierta edad en la película.
*La mujer plumero es exuberante, sexy, no habla demasiado, solo se deja seducir(es un paralelismo con las mujeres del pueblo)

DESCRIPCIÓN EXPLÍCITA DE LOS PERSONAJES MASCULINOS.
*Gastón es fuerte, guapo, rudo, no es inteligente, cazador, sin modales, presumido, malvado, calculador...
*Bestia al principio es grosero, sucio, engreído, descuidado, es un ser malvado. Tras la llegada de Bella al castillo se transforma en un ser más educado, gentil, hasta que tras el hechizo se vuelve guapo.
*Ayudante de Gaston es bajito, gordo, malvado, sin personalidad y feo.
*Padre de Bella es bajito, gordito, su profesión es científico, la gente dice que esta un poco loco.
*Ding-dong es rigido, gordito y cascarrabias.
*Lumiere es delgado, seductor y divertido.

DENOMINACIÓN DE PERSONAJES FEMENINOS
-Mujer de...
-madame...
-hija de...
-o por la labor de su marido.

DENOMINACIÓN DE PERSONAJES MASCULINOS.
Los hombres son denominados por su profesión o por su labor en el castillo.

CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS DE LOS PERSONAJES FEMENINOS.
*Bella es soñadora, buena y tranquila.
*Chicas son tontas y fantasiosas.
*Señora Pott es buena, dulce y perfeccionista.

CARACTERÍSTICAS COGNITIVAS DE LOS PERSONAJES MASCULINOS.
*Gastón es malvado, engreído, calculador y tozudo.
*Bestia al principio era necio, engreído, malvado, pero al final se convirtió en bueno y bondadoso.
*Ding-dong es rigido e inseguro.
*Lumiere es atrevido y seductor.
*Padre de Bella es bueno, despistado e inteligente.

ESTEREOTIPOS LIGADOS A PERSONAJES FEMENINOS.
-Chicas guapas son tontas.
-Mujeres solo ayudan al marido, o se dedican a su casa e hijos.
-Mujeres pueden expresar sus sentimientos.
-Mujeres no deben leer.

ESTEREOTIPOS LIGADOS A PERSONAJES MASCULINOS.
-Chico guapo tonto.
-Hombres trabajan y luchan.
-Hombres no lloran.


A partir de esta categorización podemos decir que por término general los personajes masculinos se caracterizan por ser personas con cierto temperamento y seguras de sí mismas, sin embargo las mujeres son más tranquilas y pacificas, además de estar supeditadas de mayor o menor forma a los hombres. Por ejemplo las muchachas del pueblo están de algún modo dirigidas por su inmenso deseo de matrimonio, por ello no entienden de ninguna forma la actitud de Bella de no querer casarse con Gastón, para ellas su sueño es supeditarse a un hombre(“esa chica es tonta es guapísimo”). Bella aunque tenga esta actitud un tanto progresista en el fondo también quiere o de algún modo necesita esa protección masculina, en un primer momento la adquiere de su padre y luego de la Bestia.

De algún modo el único valor que al final adquiere la protagonista es el de haber resuelto los problemas del hombre y de forma implícita los suyos, pues casarse con un hombre rico, guapo, encantador es el objetivo de cualquier chica de esa época (¿y de ésta?).

De nuevo habría que resaltar la forma en que las madres de los protagonistas en los cuentos, aquí también, desaparecen del relato a veces sin explicación alguna quedando el protagonista o la protagonista bajo la tutela del padre. Esto ha sido explicado por numerosos autores es una forma de reprimir el hecho de la maternidad y es una forma de reforzar el poder masculino. Por ejemplo las madrastras son malas por querer adoptar una posición de maternidad constante, y se le castiga dotándoles de características maléficas. Las hadas sin embargo, no son madres no poseen sentimientos maternos, por ello son personajes buenos. En el film el único papel ligado a la maternidad es el de la señora Pott, pero este personaje es un tanto secundario, sin embargo, si lo estudiamos bien transmite un estereotipo sexual como es el de la mujer como ama de casa(ella como ama de llaves) y madre dedicada a la vez, sin ayuda del padre que ni siquiera aparece en el relato.

Si nos centramos más en estudiar los estereotipos que aparecen en la película observamos datos muy relativos:

Los estereotipos ligados al género femenino como término general destacan, como característica principal de las mujeres jóvenes y guapas del pueblo que son tontas (“todo el pueblo lo comenta no es bueno que una mujer lea, empieza a tener ideas, a pensar...”), presumidas y que buscan marido de cualquier forma, con excepción de Bella la cual parece ser la más independiente(“no me casare, quiero conocer mundo”) pero como destacamos anteriormente no es así. Por su parte las mujeres de cierta edad son solamente simplemente madres y trabajadoras de casa, no se las dota * *de ningún rasgo. Además las mujeres, al contrario que los hombres, lloran en la película cuando acecha el peligro de la Bestia.

Destacan además un estereotipo ligado a la nacionalidad en el caso de las mujeres francesas las destaca como exuberantes, hablan poco y se dejan seducir con facilidad.

Los estereotipos ligados al género masculino son simples los chicos guapos no son inteligentes Gastón por ejemplo solo piensa en casarse y cazar nada más(le dice a Bella que sabe que su sueño es casarse con el tener diez hijos, muchos perros y masajearle los pies cuando el llegue a casa), los hombres son los que trabajan y defienden de cualquier peligro.

Los estereotipos ligados a la nacionalidad para el género masculino destacan que los franceses son seductores, educados y juerguistas; los ingleses son trabajadores, responsables y un tanto aburridos.

Que estereotipo se le aporta a los chicos, que ellos solos son los que deben trabajar y defender la casa, que preocuparse por su aspecto(para estar guapos) los convierten en tontos, aparte de generalizar unas características determinadas a los habitantes de un país.

Por último es relevante el papel de los empleados que son explotados por la Bestia y tratados mal por él, su jefe, al cual llaman amo. Sin embargo, ellos en ningún momento protestan por su situación, solo acatan ordenes, esto da una información muy negativa a los niños lo muestran como una situación normal, como si el abuso en un trabajo no fuera nada malo como si todos nos debiéramos acostumbrarnos a dicha situación y no protestar, por supuesto.


DURÁN, Teresa: "Entre brujas y hadas". Revista Cuadernos de Pedagogía. Noviembre de 1986
GIROUX, Henry: "La cultura infantil y el maravilloso mundo de Disney".
MARIANO ROMERO, Francisco Jose: "Análisis del contenido ideológico de los largometrajes de dibujos animados presentados en formato de vídeo bajo la firma Walt Disney". Revista Kirikiki.

Oliver y Benji: de cómo el deporte se convierte en lucha



Los personajes de Campeones, una serie de dibujos animados de mediados de los 80 (aunque en España sigue reponiéndose), provienen en su mayoría de familias desestructuradas y encuentran un nexo de unión en torno al fútbol. Se da la paradoja de que el deporte, más que establecer un vínculo "familiar", de equipo, se presenta como una canalización de la agresividad y la violencia, además de reflejar una enorme competitividad que sustituye los valores del compañerismo y la deportividad.

En los episodios, los personajes alientan a su equipo hacia la victoria, enfatizando en la necesidad de ganar y la inutilidad de participar si no es para ser los mejores.



Las tramas familiares que se presentan, principalmente la de los capitanes (los líderes del grupo) y las estrellas (la élite), reflejan adolescentes que sufren una cierta alienación por haberse mudado de ciudad y perder a su círculo de amigos, por haber vivido una situación traumática en su familia (como un abandono, un divorcio o un padre con problemas de alcohol) o por sufrir enfermedades y lesiones.

El fútbol es la manera de lograr el éxito, el reconocimiento, de ser el mejor, de destacar. No importa en la serie el compañerismo y los personajes viven obsesionados con la victoria. De hecho, la trama de la historia, que en los países de habla hispana denominó a los personajes con nombres americanos pese a ser japoneses, se desarrolla desde la infancia de los chicos hasta que son profesionales y comienzan a jugar en la selección de su país. Sin embargo, y a pesar del recorrido vital que realiza la serie, en muy pocos momentos se observa a los protagonistas fuera del ámbito futbolístico, por lo que las parejas, la familia y los amigos prácticamente desaparecen del guión.

Habría que citar, en el análisis de esta producción, a Norbert Elias y Eric Dunning y su obra "Deporte y ocio en el proceso de la civilización", así como a Durkheim y la "efervescencia social" en torno al deporte. Digo esto porque, cuando surgió la serie en Japón, la Federación de Fútbol del país costeó los gastos de producción a sabiendas de que sería una inmejorable promoción para la práctica del deporte; y no estaban muy lejos de la verdad puesto que los niños japoneses de hoy, en los partidos de fútbol, siguen llevando merchandising de Oliver y Benji junto al de equipos de la liga.
Y por último, todo sin olvidar categorizaciones básicas como el líder y las élites, que antes citaba.

FERNÁNDEZ PALOMARES, F. y OLMEDO REINOSO, A. "Barbiana y las 'Escuelas japonesas': apoyos audiovisuales para ayudar a comprender la dimensión social de la enseñanza".

PÉREZ GARCÍAS, F. y URBINA RAMÍREZ, S. "Violencia en los dibujos animados de ayer y de hoy"

"Niños japoneses: la competitividad sin límites"
Primera Parte
Segunda Parte
Tercera Parte
Cuarta Parte

La rebelión animada: Mafalda



Los personajes de Mafalda

FELIPE



MANOLITO



SUSANITA



LIBERTAD



MIGUELITO



GUILLE



BUROCRACIA



Mafalda y su familia














Mafalda y los medios de comunicación de masa













Mafalda y la educación